Él no pudo decir nada. Con un gesto de dolor se fue, dejó atrás aquello que no buscó, lo que sólo vislumbró. Cegado, desconcertado, desesperado, buscó refugio en otros ojos azules, en otros labios rojos. Se equivocó de lugar, y aquello que antaño llamaba corazón ahora es entretenimiento.
Él no pudo decir nada. Sin un gesto de dolor se fue, dejó atrás aquello que buscó, lo que tanto persiguió. Cegado, desconcertado, desesperado, buscó refugio en un rey de metal, en un monumento de papel. Se equivocó de lugar, y aquello que antaño llamaba vocación ahora es trabajo.
Él quiso decirlo todo. Con un gesto de rabia se fue, dejó atrás aquello que deseó, lo que apenas entrevió. Cegado, desconcertado, desesperado, buscó refugio en el hombre, en sí mismo. Se equivocó de lugar, y aquello que antaño llamaba Dios ahora es Ego.