domingo, 6 de noviembre de 2011
Esquinas
Miras las esquinas de una pared amarilla con gotelé, apoyas tus pies en una columna mientras estás cómodamente tumbado en un sofá blanco, describes tus acciones con palabras sencillas y tecleas en un ordenador. Piensas en las cosas que cambian, y las que permanecen constantes. Buscas inspiración en el salón de tu casa, pero no encuentras nada, probablemente lo tengas demasiado visto. Unos soportes para estantes te observan desde arriba, pero no te asustan porque sabes que están fijos. Sientes tus piernas pesadas, así que las cambias de postura ligeramente, pero como estás limitado por el portátil no te atreves a moverte demasiado. Y como cada vez te resulta menos agradable la posición, dejas de escribir.
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