Quizá sólo seamos pequeñas gotitas en busca de su gran mar, quizá estemos destinados a buscar eternamente el sol que nos eleve a las nubes, a estar perdidas y aisladas en la inmensidad de la tierra firme, sabiendo que hay algo más, pero que nunca llegaremos a conocerlo.
Quizá las palabras que se lleva el viento vayan a ese lugar mágico donde todo es realidad y nada existe, donde la vida son dos sílabas y una frase hace renacer. Donde el alma va a juntarse con las olas del tiempo, a navegar en su inmensidad siendo sin ser, viviendo sin saber qué significa.
Quizá los deseos se fundan con la tierra, y generen semillas de esperanza en las tierras más duras, árboles en los desiertos, plantas en las rocas.
Quizá la pasión prenda fuego a nuestros corazones, y ardamos desde dentro para crear y amar.
Quizá no.
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